Cuadrilla de Henares. Jota con Ginés y Maribel Martínez. Fuente-Álamo (Murcia, España), 26-12-1993

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  • čas přidán 21. 01. 2024
  • El baile suelto al estilo tradicional en el sureste español tiene sus propias reglas que dicta la costumbre, a modo de leyes no escritas que se suelen cumplir por tradición. Sin embargo, como cualquier otra faceta social, estas reglas evolucionan y se adaptan a los gustos de cada época.
    En el baile por parejas mixtas, lo habitual ha sido que hombres y mujeres se diferencien en la gestualidad, marcando las disparidades de género que han sido muy usuales en la sociedad tradicional. Estas reglas no escritas se aprendían, inconscientemente la más de las veces, viendo bailar a los mayores, observando su gestualidad para luego repetirla, aunque no miméticamente, sino adaptándola a la personalidad de cada cual . Así, mientras las mujeres evolucionan elegantemente (airosas y con porte “sentao”, según la expresión coloquial), con expresión recatada, casi indiferente (“a lo suyo”, se dice) y con los brazos bien levantados, ellos rebajan ese porte gallardo y aunque bailan menos airosos, con los brazos bajos (lo contrario era considerado en su tiempo como falta de masculinidad), intentan casi un ritual de cortejo, incluso con adornos en los pasos y buscando hacer destacar, de otra manera, su propia presencia y no desmerecer en el baile frente a una mujer que, sólo con salir a la pista con aire que lleva, ya tiene ganado el favor del público.
    No obstante, estas diferencias tendieron a difuminarse en algunos lugares por los cambios de costumbres y las diferentes influencias, como ocurrió en la comarca de Lorca (Murcia, España) y alrededores, en donde desde la década de 1960 se celebraban concursos de baile en los que se premiaba la mejor ejecución de los bailes sueltos de las parejas, lo que estimulaba el perfeccionamiento de los bailaores. Surgió así una corriente de gestualidad distinta, especialmente entre los hombres, algunos de los cuales empezaron a bailar, por ejemplo, con los brazos altos, pues sentían que “era más bonito bailar así”, como comentaba uno de los bailaores que comenzó a usar esta técnica gestual.
    Un ejemplo notorio de este modo de baile para lucimiento lo aportamos a la Colección Memorias de la Tradición
    / antropologoclemente
    con este baile de una jota realizado por los destacados bailaores de Lorca (Murcia), Ginés Martínez Ruzafa y su hija Maribel Martínez Fernández, que realizan un espectacular baile producto de un esfuerzo de conjunción. Mientras Maribel toca las postizas (castañuelas) con gesto airoso, Ginés chasquea los dedos según el uso de la zona, lo que se conoce como hacer “pitos” o “capirotes” en algunas comarcas.
    Se tomaron las imágenes durante un encuentro de cuadrillas celebrado en Fuente-Álamo de Murcia (España) el domingo 26 de diciembre de 1993.
    Al toque y cante está la Cuadrilla Henares (Lorca, Murcia), estando al cante Juan Gázquez Martínez, también guitarra, y José María Lasso Pérez, el Cojo de Henares, que además toca la guitarra. Entre los demás músicos encontramos a Juan Martínez Valera, Juan Purias, guitarra; Emilio Gea Torrente, laúd; Torrente Fernández, Pepe Torrente, violín; Juan Gázquez Romera, el Carujo, violín; y Diego Gázquez Millán, pandereta.
    El citado Ginés Martínez fue uno de los iniciadores del cambio gestual en los ademanes masculinos en el baile, en una época en la que los influjos provenían de las enseñanzas de las escuelas de baile, la participación en concursos con premio, las influencias de grupos de folclore de tipo artístico y del flamenco, que hicieron que algunos hombres fueran modificando su estilo de baile a uno estéticamente más lucido, que es el que predomina actualmente, y algunas mujeres, bajo influencias similares, también buscaran ese toque más artístico en sus bailes, con actitudes menos recatadas.
    Según noticias orales, las jotas fueron de introducción tardía en la zona de Puerto Lumbreras y aledañas de Lorca, y no calaron tan profundamente en los gustos populares como otros temas, por lo que los músicos de ese área suelen tocar más las malagueñas (fandangos) y, sobre todo, las parrandas (seguidillas), por eso esta interpretación de la jota por la Cuadrilla de Henares no es muy frecuente, aunque sea de ejecución impecable, como casi todo lo que tocaban estos reconocidos músicos populares.
    Las coplas cantadas son cuartetas o quintillas octosílabas con bordón de seguidilla, una fórmula habitual en las jotas de la zona, siendo alguna referente a Zaragoza, como también es corriente en las jotas.
    Vídeo: cedido amablemente por la cuadrilla de Fuente-Álamo de Murcia
    Texto: Manuel Sánchez Martínez.
    Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA
    En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general.
    memoriasdelatradicion.blogspot...
    Correo electrónico de contacto:
    memoriasdelatradicion@gmail.com
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  • Hudba

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