¿Vale la pena? - Reseña de las botas de lluvia Hunter Wellies

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Gracias a las botas de goma, sumado a tablas de madera en el suelo, los soldados pudieron evitar que esto sucediera. Por otra parte, los alemanes no tenían las botas de goma vulcanizada y, por eso, sus pies sufrieron más. Por supuesto, Hunter también produjo botas de goma para el ejército británico en la Segunda Guerra Mundial, pero una vez que terminó la guerra, se habían vuelto más aceptables para el uso público, lo cual fue genial para la empresa. La gran ventaja que tenían estas botas era que eran resistentes y muy duraderas. Era difícil cortarlas y así, la gente que estaba acostumbrada a racionar comida, ropa y materiales, realmente disfrutaba de una bota robusta que era resistente y que les duraría mucho tiempo.
Hoy en día, las botas de goma más famosas son las Hunter Wellies. Se fabrican desde 1955 y todavía gozan de popularidad especialmente entre los caballeros del campo en Gran Bretaña y en las personas que quisieran emular su estilo de vida. En 1976, el duque de Edimburgo otorgó una cédula real a Hunter y la reina hizo lo mismo en 1986. Obviamente, tuvo un impacto en la sociedad británica y en los 80, se convirtieron en las botas campestres británicas por excelencia y eran parte del atuendo de campo de todo caballero.
En las décadas siguientes, la empresa cambió de dueños varias veces y en la década del 2000, estuvo a punto de quebrar. Sin embargo, llegaron algunas inteligentes personas de marketing y decidieron centrarse en el patrimonio de la marca, así como en el aspecto de la moda. Hoy, una vez más, son muy populares en Gran Bretaña, en Estados Unidos y en todo el mundo. Evidentemente, el número de caballeros de campo es bastante limitado. Por eso, hoy en día, el mercado objetivo de Hunter Wellies son los jardineros, los asistentes a festivales o personas que disfrutan mucho del aire libre, ya sea a través de la pesca, la caza, el tiro y todo ese tipo de actividades.
Bien, ahora que conoce la historia de las Hunter, echemos un vistazo a la bota en sí. En primer lugar, están hechas de caucho vulcanizado, el mismo material que originalmente patentó Goodyear. El caucho deriva de árboles cortados naturales, lo que creo que es algo bueno. Generalmente, las botas de lluvia están hechas de caucho vulcanizado o de materiales sintéticos como el neopreno. Si bien el caucho sintético es muy resistente a los aceites y a varios productos químicos y fluidos, no es resistente a perforaciones o a cortes. Sin embargo, los materiales sintéticos suelen ser bastante ligeros y aislantes. Por eso, suelen combinarse con un material más resistente a cortes y perforaciones en el exterior.
Por otro lado, el caucho natural resiste prácticamente cualquier cosa, excepto las soluciones a base de petróleo y aceite que pueden tener un impacto en su longevidad. Es extremadamente resistente a cortes y pinchazos. Además de eso, ofrece agarre antideslizante. Por este motivo, creo que el caucho vulcanizado aún hoy es un material muy bueno para las botas de lluvia.
Las botas Wellies tienen un forro de poliéster muy delgado y económico en el interior, también vienen con una hebilla ajustable en la parte superior, pero si tiene pantorrillas grandes, la hebilla está demasiado arriba, por lo que en verdad no le ayuda a ajustar mucho el tamaño.