Fernando Alarza, triatleta olímpico, ha dicho adiós a sus gafas | Clínica Baviera

El triatleta olímpico Fernando Alarza se ha operado de miopía y astigmatismo y ha dicho adiós a sus gafas en Clínica Baviera. Aquí nos cuenta su historia:
“Soy Fernando Alarza, triatleta olímpico, y hecho dicho adiós a las gafas en Clínica Baviera.
Llevaba gafas desde hace tiempo, unos 16 o 17años. Me las pusieron desde muy pequeñito, pero yo era reacio a llevarlas.
He estado en los dos últimos Juegos Olímpicos, tanto en Río 2016 como en Tokio 2020, celebrados en 2021.
Fue en 2016 0 2017 cuando me di cuenta de que, en mis entrenamientos, sobre todo de ciclismo, me costaba anticiparme a ciertas curvas en los circuitos de triatlón.
Después de los Juegos Olímpicos de Tokio empecé a pensar en mi futuro. Me estoy preparando para una oposición en la que me piden un cierto rango de visión y ahí me di cuenta de que me tenía que operar sí o sí porque si no iba muy limitado en esa prueba. No podía consentir que algo que tenía una solución tan sencilla no me permitiera acceder a la oposición.
Tuve suerte de poder tener una clínica en Talavera, cerca de casa, que ante cualquier problema o cualquier duda del tratamiento, lo iba a tener disponible.
Me operé de miopía y astigmatismo y la verdad es que fue todo súper sencillo y súper rápido”.
“Dr. Bruno Casco: He operado a Fernando con la técnica de cirugía refractiva láser corneal porque sus ojos cumplían con los criterios requeridos para ser intervenido con esta técnica. Además, él quería dejar de depender de las gafas y lentillas para realizar sus actividades cotidianas y deportivas”
“Fernando Alarza: Al día siguiente veía perfecto. No tenía ninguna molestia de nada, ni siquiera sentía el ojo sensible. Vine con el doctor a revisarme por la tarde y todo estaba perfecto. A partir de ahí seguí el protocolo de recuperación que el doctor me recomendó y todo fue muy bien.
Simplemente al coger la bicicleta y salir al exterior me di cuenta de la definición con la que veía a lo lejos y de cómo me podía anticipar en muchos momentos en la carretera a la situación que ocurría.
Al poco de la operación hice un viaje bastante largo de 7 u 8 horas de carretera sin gafas y me pareció increíble.
Sorprende la sencillez del proceso y la naturalidad con la que el doctor te dice cómo va a ser la operación que a ti te parece súper complejo y él te da la confianza de que es algo muy sencillo. Realmente es sencillo, es rápido, indoloro (sobre todo) y la recuperación es muy rápida.
Poderte olvidar de las gafas y las lentillas, que es algo que usas a diario y con lo que, a veces, te puedes sentir atrapado, yo creo que es muy recomendable, sin duda.
Más información. www.clinicabaviera.com