Exposición de cámaras especiales

En 1826 la cámara fotográfica había logrado reproducir ‘mágicamente’, sobre una placa sensible, imágenes de la realidad. Rápidamente el nuevo invento se aplicó a todos los campos de la actividad humana: el científico, el artístico, el testimonial y el informativo. Para ello se adaptó la cámara fotográfica a cada función y a cada situación:
Astronomía, microfotografía, arquitectura, acontecimientos públicos, retrato, espectáculos, fotograbado, prensa, deportes, guerra, viajes, reportaje, funciones policiales, topografía, panorámica, arqueología, obras públicas, documentación, cartografía, decoración, relaciones sociales, política, medicina, coleccionismo, comercio, correspondencia postal, publicidad, fotografía aérea y submarina y cuantas actividades la creyeron de utilidad o acudieron a ella buscando seguridad.
Presentamos en esta exposición una selección de aparatos fotográficos -pertenecientes a la colección Gerardo Acereda Valdés del Archivo General- producidos y empleados a lo largo los casi 200 años de historia de la fotografía para una amplia variedad de funciones.