Iglesia convento de Santo Angel Custodio Sevilla

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  • čas přidán 5. 09. 2024
  • El convento fue fundado por San Juan de la Cruz en 1587, el templo se edificó a principios del siglo XVII, entre los años 1603 y 1608, bajo los planos del genial arquitecto Alonso de Vandelvira, interviniendo en la construcción el maestro de obras Juan de Segarra y el arquitecto Pedro Sánchez Falconete.
    Fue bendecido en 1608 por el Cardenal de Sevilla Don Fernando Niño de Guevara, perteneciendo siempre a los religiosos de la Orden Carmelita.
    La portada pétrea se data en 1640 y consta de un solo cuerpo. En el dintel figura una cartela escrita en latín con la siguiente inscripción: “Dios mando a sus ángeles para que te custodiasen en todo momento”.
    En 1810, con la invasión francesa de Sevilla, el convento fue exclaustrado.
    En 1813, tras la expulsión de los franceses de la ciudad, el convento fue devuelto a los religiosos. Este fue desamortizado en 1835. En 1880 la Orden del Carmen solicitó regresar al antiguo convento. Finalmente, esto tuvo lugar en 1904, con autorización de la Santa Sede y del arzobispado.
    El interior es de tres naves con cruceros de brazos cortos. La nave central se cubre con bóveda de cañón, mientras que las laterales lo hacen con bóveda de arista y se exornan con decoración de yeserías. En el centro del crucero se alza una gran bóveda semiesférica, cuyo centro se decora con un gran florón. Numerosos detalles de decoración en bóvedas delatan el diseño directo de Vandelvira.
    Es uno de los templos con un patrimonio antiguo y contemporáneo más valioso de la ciudad. Recordando las piezas que fueron sustraídas en la desamortización, donde salieron once pinturas de pacheco, una de Zurbarán, otra de Rubens, y se han perdido tallas de Roldán, Montañés, Mesa y Ocampo, entre otros. A pesar de todo, conserva uno de los conjuntos escultóricos más importantes de Sevilla.
    LA IMAGENERIA
    Al acceder al templo llama la atención el Crucificado de la Buena Muerte, atribuido a Andrés de Ocampo. Podremos admirar la imagen de San Ángelo de Sicilia, fechada en 1675, atribuida a Francisco Antonio Gijón. Blas Molner, que ya tallara las imágenes de los ángeles del presbiterio, nos sorprende con un San Elías, tallado con toda la fuerza del profeta de fuego, obra de hacia 1791. Nos vamos a encontrar con la dulzura de la Inmaculada realizada por Pedro Duque Cornejo, y fechable hacia 1743. Pedro Roldán nos dejó su impronta en la imagen de Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, y Benito de Hita y Castillo otra de San Joaquín con la Niña María.
    Cristóbal Ramos no solo nos dejó la portentosa imagen de Nuestra Señora del Carmen que preside el retablo del Altar Mayor. A él le debemos un grupo escultórico de la Coronación de la Virgen y un San Francisco de Paula.
    A Juan de Astorga le debemos el llanto de la Virgen de la Salud, Dolorosa de vestir de gran devoción entre los fieles del templo. Pero si alguna imagen llama la atención en esta Iglesia del Santo Ángel es sin duda el Cristo de los Desamparados, cuya talla magnífica se debe a Juan Martínez Montañés, fechable en 1617.
    Entre el conjunto escultórico tienen su puesto autores contemporáneos, que han sabido ganarse un lugar entre las naves del templo. Santa Edith Stein, de Álvarez Duarte, y Santa Isabel de la Trinidad, de Romero Zafra, este último autor igualmente del grupo escultórico de la Transverberación de Santa Teresa de Jesús y del busto de la Virgen de los Siete Dolores. No podía faltar la imagen del Niño Jesús de Praga, talla de Fernando Aguado.
    LA PINTURA
    Si importante es la obra escultórica, no lo es menos la pictórica, estando la temática directamente relacionada con la Orden del Carmelo.
    Encontraremos obras de Matías Arteaga (San Elías y el rey Ajab). Un mujer Verónica de Rossy. Una pintura de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, obra de Cavallini, autor del intradós del arco de la Capilla donde se encuentra el cuadro de la Virgen.
    Encontraremos también dos excelentes pinturas del taller de Murillo, el Eccehomo y la Dolorosa.
    Sobre los arcos de la nave central se encuentran numerosas pinturas que constituyen un amplio programa iconográfico angélico, son seis grandes pinturas realizadas en el taller de Zurbarán, con ayuda de sus colaboradores los hermanos Polanco.
    Pepe Lao y Jacinto Carlos Hidalgo nos llevan de paseo por la Sevilla monumental y genuina, para enseñarnos algunas cosillas de su historia y sus gentes

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