Oración para tener disciplina, a San José 🙏

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Oh glorioso San José, modelo de virtud y disciplina, tú que con humildad y trabajo constante cumpliste la misión encomendada por Dios.
Con profunda devoción acudimos a ti para que intercedas por nosotros ante la presencia del Señor. Concede a nuestros corazones la gracia de la disciplina, y que perseveremos en la búsqueda del bien. Guíanos, para que podamos resistir a las distracciones cotidianas que nos apartan de los buenos propósitos. Ayúdanos a controlar nuestros impulsos, y a actuar con moderación y sabiduría, fundamentos de una buena disciplina.
Amado San José, modelo de obediencia y constancia, te pedimos que intercedas ante el Todopoderoso por esta petición especial. Implora para nosotros la guía del Espíritu Santo, para que podamos perseverar en medio de tantos desafíos, pruebas y dificultades que se nos presentan. Que podamos sostener un esfuerzo constante, y que mantengamos la disciplina, incluso en momentos de contrariedad.
Oh protector de la Sagrada Familia, enséñanos a mantener la constancia en nuestras labores diarias, a ser fieles en el cumplimiento de nuestros deberes y a cultivar la disciplina necesaria para alcanzar los buenos objetivos que nos proponemos. Que sepamos trabajar enfocándonos en nuestras metas, y que podamos ver con claridad aquellos objetivos que realmente debemos alcanzar.
Así como te entregaste de manera extraordinaria a la labor de custodiar al Niño Jesús y a María Santísima, enséñanos a entregarnos con disciplina por nuestros seres queridos, sin quejarnos ni renegar. Que sepamos mantener como tú un prudente silencio, basado en la sabiduría que viene de Dios. Que sepamos darles a los nuestros aquello que merecen, aunque el mundo entero se pusiera en contra nuestra, pues si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
Tú protegiste a la Virgen y al Niño en los momentos de persecución, cuando Herodes dictó su cruel edicto. Así queremos proteger, con firmeza y disciplina, a aquellos seres que Dios nos ha puesto para amar y respetar.
Fortalécenos, oh glorioso protector de la Sagrada Familia, para resistir las distracciones y tentaciones que amenazan con apartarnos del camino recto. Que podamos emular tu firmeza y determinación al enfrentar los deberes diarios, y que encontremos en ellos no solo obligaciones, sino también oportunidades, para crecer en virtud.
Muéstranos cómo podemos imponernos a nosotros mismos las reglas y los límites esenciales para la disciplina, pues necesitamos mantenernos enfocados en nuestros trabajos y objetivos.
En tu silenciosa labor como carpintero, diste ejemplo de una disciplina inquebrantable: trabajaste incansablemente para proveer a tu familia y cumplir con la encomienda celestial de ser el custodio terrenal de Jesús y María. Que tu vida ejemplar nos inspire a alcanzar niveles más altos de disciplina en nuestras propias vidas.
San José, humilde y obediente siervo de Dios, ruega por nosotros, para que, con tu ejemplo, podamos encontrar la fuerza interior necesaria para superar las tentaciones y perseverar en el camino de la virtud. Queremos ser capaces de emplear nuestro tiempo en cosas útiles y buenas, pues sabemos que Dios nos ha dado la vida para que la aprovechemos y no para que la desperdiciemos.
Ayúdanos a ser consistentes a lo largo del tiempo, a no rendirnos, a mantener los buenos hábitos que nos harán alcanzar las metas planteadas.
Concédenos también la gracia de la paciencia y la serenidad, para que seamos capaces de afrontar cada desafío con la misma confianza con la que tú enfrentaste tus propias pruebas. Que con mirada tranquila podamos aprender de los errores cometidos para poder mejorar y superarnos. Que en cada desafío podamos ver una oportunidad de crecimiento y aprendizaje.
Tú que fuiste un hombre íntegro y responsable, enséñanos a permanecer fieles a nuestros principios y valores. Que nuestra fe se mantenga firme, y que nuestra disciplina sea un fundamento sólido en nuestras vidas. Pero que seamos también capaces de adaptarnos a los cambios y ajustar nuestros planes a las circunstancias inesperadas, pues sabemos que Dios nos prueba de maneras diversas a fin de que crezcamos más en sabiduría y en amor.
Queremos transmitir ese amor a otras personas, como la Luz con que Cristo nos ilumina, y que, siguiendo tus pasos, oh Patriarca San José, podamos vivir vidas marcadas por la virtud, y siempre orientadas hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios. Amén.