Ayla Schafer * Seed of inspiration II
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- čas přidán 30. 05. 2022
- More about Ayla: linktr.ee/Aylaschafer
"I dance with you, my shadow...
My steady companion
Always by my side, never will you abandon me or give up on me
I learn to not condemn you
I slowly realise that you are not hear to taunt me
That would be a waste of your time and presence
You are hear for something much more valuable than that...
You are actually my loving friend, full with intention for my deepest healing and highest growth...
Dedicated and devoted to calling me inwards to that which needs tending to.
Again and again showing me the barriers I have built within myself against love.
Pointing me towards that within myself that is waiting to heal.
Reminding me that it is actually with you, not without out that I am whole.
We are together and we are one
So I dance with you my shadow...
For you make the dance ever more beautiful..."
Audio from ‘The Guesthouse’ by Ayla schafer
Video by Iris hollow www.irishollow.com - Hudba
"Very beautiful and creative inspiration of your soul loving of divine through this improvised dance..."
We are one with the source...we are the source...!!!
(Heart and Light in Consciousness)
To jest piękne , dziękuję 😶
Great words. Advice I need
Gracias ❤ bellísima
You are a great inspiration sister, blessings 💜
Beautiful, love your songs❤️🇨🇦
Esperando con ansias escuchar completa esta canción 🙏🏻😌🙏🏻😌🙏🏻😌🧡
Maravilloso amanecer con tus melodías 🥰
Simplesmente maravilhoso!
Bellísimo !! ✨❤️
❤
[ti] xoti u cali.
[ti] oci tu kax
mucabi
[ti] bin oci
tu maben hol chem
u holi
[tix] bin oci
yit chem yiti.
[tix] bin oci
tu pach chem
u pachi.
[tix] bin oci
tu tan chem
u tani.
Can kin bin lic yukic
u kab chacal kutz
sacal kutz
ekel kutz.
[ti] bin ueni
[ti] bin coplahi.
u kuchul bin yicnal
Hum Ch’icib Xul.
U kuchul bin yicnal
[x] Occi Behil
[ti] bin hux yocci
[ti] bin hau u kabi.
U kuchul bin [yic] /
REINA QUE HECHICE A MIS HIJOS: CABEZA, LOCURA,
[ti] baca
ta ch’aah a kinami
[ti] baca
ta luks a cal
sin tuni
[ti] baca
ta [ch’ah] a kinami
Pel u [na] ta uach.
Sam tun bacin
Ix xotobech
Yokol
Yax uinicil te
Yokol
Yax uinicil te
Yokol
Yax uinicil tun.
Bal tun bacin
In uayasba
Cen tii uli.
In copcinech
Chacal kanch’aah
Bin a uilab
In talma
A uilic
[ti] baca
ta ch’aah a kinami
[ti] baca
ta luks a cal
sin tuni
[ti] baca
ta [ch’ah] a kinami
Pel u [na] ta uach.
Sam tun bacin
Ix xotobech
Yokol
Yax uinicil te
Yokol
Yax uinicil te
Yokol
Yax uinicil tun.
Bal tun bacin
In uayasba
Cen tii uli.
In copcinech
Chacal kanch’aah
Bin a uilab
In talma
A uilic
II
Tomemos ahora un texto ambiguo donde el ser se revela en el instante mismo en que sale de su rincón.
En su libro sobre Baudelaire, Sartre cita una frase que merecería un largo comentario. Está tomado de una novela de Hughes: “Emilia había jugado a hacerse una casa en un rincón en la proa misma del barco…” No es esta frase la que Sartre explota, sino la siguiente: “Cansada de ese juego, caminaba sin objeto hacia la proa, cuando le vino súbitamente la idea fulgurante de que ella era ella…” Antes de volver y revolver estos pensamientos, observemos cuán verosímilmente corresponden, en la novela de Hughes, a lo que hay que llamar la infancia inventada. En las novelas abundan. Los novelistas achacan a una infancia inventada, no vivida, los acontecimientos de un candor inventado. Ese pasado irreal proyectado atrás de un relato inventado por la actividad literaria, enmascara con frecuencia la actualidad del ensueño, de un ensueño que tendría todo su valor fenomenológico si nos lo dieran en una ingenuidad verdaderamente actual. Pero ser y escribir son difíciles de aproximar.
Sin embargo , tal como es, el texto transcrito por Sartre es precioso porque designa topoanalíticamente, es decir en términos de experiencias de fuera y de dentro, las dos direcciones que los psicoanalistas señalan con las palabras introvertido y extrovertido: ante la vida, ante las pasiones, en el esquema mismo de la existencia, el novelista encuentra esta dualidad. El pensamiento fulgurante de ser ella misma, que recibe la niña en el cuento, la encuentra saliendo de “sí misma”. Se trata de un cojito de la salida, sin que se nos haya dado el cogito del ser replegado sobre sí mismo, del cogito más o menos tenebroso, de un ser que juega primero a hacerse un “palio” cartesiano, una morada quimérica en el rincón de un barco. La niña acaba de descubrir que era ella, explotando hacia el exterior, en reacción tal vez a las concentraciones en un rincón del ser. ¿Por qué el rincón de un barco no es un rincón del ser? ¿Cuándo la niña ha explorado el vasto universo que es el barco en medio del mar, vuelve a su casita? ¿Ahora que sabe que ella es ella reanudara su juego domiciliario, volver a su casa, es decir entrar en ella misma? Claro que puede tomar conciencia de existir escapando al espacio, pero aquí la fábula del ser es solidaria de un juego de la especialidad. El novelista nos debía todos los detalles de la inversión del sueño que va del en-sí, al universo para descubrir el ser. Puesto que se trata de una infancia inventada, de una metafísica modelada, el escritor tiene las llaves del doble dominio. Siente su correlación. Podría sin duda ilustrar de otro modo la forma de “ser”. Pero puesto que el en sí precedía el universo, deberían habernos dado los ensueños de la casita. Así el autor ha sacrificado -tal vez reprimido-las ensoñaciones del rincón. Las ha puesto bajo el signo de un “juego de niños”, confesando así, en cierto modo, que la parte seria de la vida está en exterior.
Pero sobre la vida en los rincones sobre el universo mismo replegado en un rincón con el soñador replegado sobre sí mismo, los poetas podrán decirnos mucho más. No vacilarán en dar a este ensueño toda su actualidad.
Bachelard, La poética del espacio, FCE, Méx., 1975: 173-174
Poema de la cantidad, Jorge Luis Borges
Pienso en el parco cielo puritano
de solitarias y perdidas luces
que Emerson miraría tantas noches
desde la nieve y el rigor de Concord.
Aquí son demasiadas las estrellas.
El hombre es demasiado. Las innúmeras
generaciones de aves y de insectos,
del jaguar constelado y de la sierpe,
de ramas que se tejen y entretejen,
del café, de la arena y de las hojas
oprimen las mañanas y prodigan
su minucioso laberinto inútil.
Acaso cada hormiga que pisamos
es única ante Dios, que la precisa
para la ejecución de las puntuales
leyes que rigen su curiosos mundo.
Si así no fuera, el universo entero
sería un error y un oneroso caos.
los espejos del ébano y del agua,
el espejo inventivo de los sueños,
los líquenes, los peces, las madréporas,
las filas de tortugas en el tiempo,
las luciérnagas de una sola tarde,
las dinastías de las araucarias,
las perfiladas letras de un volumen
que la noche no borra, son sin duda
no menos personales y enigmáticas
que yo, que las confundo. no me atrevo
a juzgar la lepra o a Calígula.
Además lo lejano fabrica miniaturas en todos los puntos del horizonte. El soñador, ante esos espectáculos de la naturaleza lejana, desprende sus miniaturas como otros tantos nidos de soledad donde sueña vivir.
Bachelard, La poética del espacio, FCE, Méx., 1975: 209
Poema de la cantidad, Jorge Luis Borges
Pienso en el parco cielo puritano
de solitarias y perdidas luces
que Emerson miraría tantas noches
desde la nieve y el rigor de Concord.
Aquí son demasiadas las estrellas.
El hombre es demasiado. Las innúmeras
generaciones de aves y de insectos,
del jaguar constelado y de la sierpe,
de ramas que se tejen y entretejen,
del café, de la arena y de las hojas
oprimen las mañanas y prodigan
su minucioso laberinto inútil.
Acaso cada hormiga que pisamos
es única ante Dios, que la precisa
para la ejecución de las puntuales
leyes que rigen su curiosos mundo.
Si así no fuera, el universo entero
sería un error y un oneroso caos.
los espejos del ébano y del agua,
el espejo inventivo de los sueños,
los líquenes, los peces, las madréporas,
las filas de tortugas en el tiempo,
las luciérnagas de una sola tarde,
las dinastías de las araucarias,
las perfiladas letras de un volumen
que la noche no borra, son sin duda
no menos personales y enigmáticas
que yo, que las confundo. no me atrevo
a juzgar la lepra o a Calígula.
Además lo lejano fabrica miniaturas en todos los puntos del horizonte. El soñador, ante esos espectáculos de la naturaleza lejana, desprende sus miniaturas como otros tantos nidos de soledad donde sueña vivir.
Bachelard, La poética del espacio, FCE, Méx., 1975: 209
En este vasto poema en prosa viene entonces páginas que tienen el mismo progreso de rumores y temores que las estrofas de los Djinns en Víctor Hugo. Pero aquí, el escritor se toma tiempo para manifestar el estrechamiento del espacio e el centro del cual vivirá la casa como un corazón angustiado. Una especie de angustia cósmica preludia la tempestad. Después, todas las gargantas del viento se distienden. Y pronto todos los animales del huracán emiten su voz. ¡Que bestiario del viento podríamos establecer si dispusiéramos de espacio, no sólo en las páginas que invocamos sino en toda la obra de Henri Bosco, analizando la dinamología de las tempestades! El escritor sabe por instinto que todas las agresiones, vengan del hombre o del mundo, son animales. Por muy sutil que sea una agresión del hombre, por muy indirecta, camuflada y construida, revela orígenes inexpiados. Un pequeño filamento animal vive en el menor de los oídos. El poeta psicólogo -o el psicólogo poeta, si es que existe-no puede equivocarse señalando con un grito animal los diferentes tipos de agresión. Y uno de los signos terribles del hombre cosiste en no comprender intuitivamente las fuerzas del universo más que por una psicología de la cólera.
Bachelard, La poética del espacio, FCE, Méx., 1975: 76
CXXXIX
Capítulo sobre avivar la llama
Nebseni, escriba y diseñador del templo de Ptah dice:
Aparece el blanco Ojo de Horus. El brillante Ojo de Horus viene. Acude en paz, a Ra envía rayos luminosos en el horizonte, y destruye los poderes de Set según la orden (¿). Los guía y se apoderan de él, y contra él se espabila la llama. La llama viene, gira vaga, y provoca adoración (7); llega y recorre el cielo en el cortejo de Ra en las manos de los dos hermanos, oh Ra. El ojo de Horus vive, sí, vive, vive en la gran sala; el Ojo de Horus vive, sí, vive en la gran sala; el Ojo de Horus vive, sí vive, y es An-maut-f.
EL Libro de los Muertos, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1994: 317
Warst du an einem Kraftort💖
KERNEL: EL HUÉRFANO
Los malkedesianos habían colonizado Atlantis hacía mucho cuando los atlantes invadieron Lemuria. Encontraron aldeas pacíficas que pendían de los árboles con sociedades humanas en simbiosis con la naturaleza. Yo estaba con mi madre en el claro de nuestro espezo bosque donde sembrávamos. Lo último que recuerdo es a mi madre sentada sobre una piedra mirándome y me abrazó.
Todo estaba obscuro, no recordaba nada, no sabía quién era, no sentía. De golpe recordé cuando sentí la luz del sol sobre mi piel. Quién soy yo? Y recordé al Sol. Habían filas muy largas de niños como yo, sin pelo, vestidos con túnicas blancas y la cabeza gacha, mirada al piso. Levanté la cabeza al cielo lentamente, siguiendo con la mirada por más tiempo el largo muro hasta el cielo ¡cuando alguien gritó!
CXXXIX
Capítulo sobre avivar la llama
Nebseni, escriba y diseñador del templo de Ptah dice:
Aparece el blanco Ojo de Horus. El brillante Ojo de Horus viene. Acude en paz, a Ra envía rayos luminosos en el horizonte, y destruye los poderes de Set según la orden (¿). Los guía y se apoderan de él, y contra él se espabila la llama. La llama viene, gira vaga, y provoca adoración (7); llega y recorre el cielo en el cortejo de Ra en las manos de las dos hermanas, oh Ra. El ojo de Horus vive, sí, vive, vive en la gran sala; el Ojo de Horus vive, sí, vive en la gran sala; el Ojo de Horus vive, sí vive, y es An-maut-f.
EL Libro de los Muertos, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1994: 317
VI. LOS RINCONES
¡Cerrad el espacio! ¡Cerrad la bolsa de canguro! Está caliente.
Maurice Blanchard, Le temps de la poésie, G.L.M., Juliet, 1948, p. 32
A portal
EL HUERFANO I. Ginebra enloda y exhilia a Morgana para seduir al rey Arturo y ser ella la reina, la favorita.