Con el viento en popa en nuestra escuela de vela «Fundación También»

«Navega velero mío, sin temor, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor», rimaba José de Espronceda en su «Canción del pirata» y en nuestros cursos de vela adaptada disfrutamos muchísimo del mar y del buen ambiente que siempre hay en este deporte. Unas jornadas totalmente inclusivas que se pueden practicar junto a familiares y amigos.
¿El objetivo de estos cursos? Conseguir que los participantes sean autónomos y sean capaces de navegar solos.
¿Cómo lo conseguimos? Aportando el material náutico y personal especializado necesario. Fundación También cuenta con embarcaciones Hansa 303, donde todo es accesible y se maneja con las manos. Además es un barco seguro, no vuelca por mucho que escore, ya que lleva una orza profunda con un plomo pesado que la hace más estable. Contamos también con la posibilidad de un raquero, esta embarcación de paseo es más grande y es la opción que utilizamos para personas con discapacidades severas y/o discapacidad intelectual.
¿Los beneficios de este deporte? La sensación de libertad que se experimenta, el aumento de la autonomía que proporciona y, sin duda, es una manera muy lúdica de mantenernos en forma. ¿Lo demás? Disfrutar del momento y la compañía. ¡Nos encanta el mar!