LA NIÑERA FUE DESPEDIDA POR ROBO Y EL MILLONARIO LE HIZO UNA PREGUNTA... LA RESPUESTA DE ELLA...

Sdílet
Vložit
  • čas přidán 10. 09. 2024
  • LA NIÑERA FUE DESPEDIDA POR ROBO Y EL MILLONARIO LE HIZO UNA PREGUNTA... LA RESPUESTA DE ELLA...
    Margarita siempre fue una mujer de pocas palabras, pero de muchas acciones. Con su delantal siempre impecable y el cabello negro recogido en un moño sencillo, caminaba por las calles concurridas de la ciudad, llevando a María, su pequeña hija, de la mano. Desde que su esposo falleció en un trágico accidente, Margarita asumió sola el papel de madre y padre, enfrentando las dificultades con una valentía inquebrantable. Cuidar de María era su prioridad, y fue con ese pensamiento que aceptó el trabajo como niñera en la casa de Alejandro Morales, uno de los hombres más ricos y poderosos de la ciudad. La mansión de los Morales era un verdadero palacio, imponente y lujoso, con jardines que parecían no tener fin y un equipo de empleados que funcionaba como un reloj, cada uno en su función específica. Desde el primer día, Margarita sabía que ese trabajo era su oportunidad para ofrecerle a María un futuro mejor. Alejandro Morales era un hombre serio, con un aire de superioridad que intimidaba a muchos. Su esposa, Dolores, era una mujer elegante, siempre vestida con las últimas tendencias de la moda, pero había algo en sus ojos que incomodaba a Margarita. Era como si, aunque no conociera a Margarita, Dolores ya albergara un profundo desprecio hacia ella. Sin embargo, Margarita no se dejaba intimidar.
    Se enfocaba en sus tareas, cuidando de la hija de Alejandro con el mismo cariño que dedicaba a María. La niña, de apenas tres años, ya la llamaba "mamá Margarita," y eso llenaba el corazón de Margarita de una felicidad silenciosa. En los pasillos de la mansión, el sonido de las risas de los niños era lo que la mantenía firme, incluso en los días más difíciles. Poco a poco, Margarita empezó a notar las miradas de desconfianza que Dolores le lanzaba. Eran miradas furtivas, pero cargadas de una intensidad que hacía que Margarita se sintiera como si estuviera siendo constantemente juzgada. Aun así, ella seguía firme en su trabajo, siempre cumpliendo con sus obligaciones con excelencia, tratando de no dejarse afectar por la tensión que empezaba a instalarse. Los días en la mansión de los Morales eran largos, y la rutina, aunque cansada, ofrecía a Margarita la seguridad que tanto necesitaba para sostener a su hija. Sin embargo, esa seguridad era frágil. Algo en la atmósfera de esa casa indicaba que se aproximaba una tormenta, aunque Margarita aún no podía discernir la forma que esa tormenta tomaría. Detrás de las paredes opulentas y los gestos pulidos, había secretos enterrados, y Margarita, sin saberlo, estaba a punto de encontrarse en el centro de una red de intrigas que cambiaría su vida para siempre.

Komentáře • 18