COMIENZA LA HOSTILIDAD (010 HECHOS 4:1-22)

Cuando vienen los tiempos difíciles.
Los tiempos difíciles llegaran y se irán, pero las personas valientes permanecerán.
Aprender siempre es un regalo. Incluso cuando el dolor es el maestro.
V:1-22 COMIENZA LA HOSTILIDAD
A V:1-3 El arresto.
Hechos 4: 1Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, 2resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. 3Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.
1 Los resentidos les encarcelaron.
i Estos versículos son la señal de que había concluido para la iglesia el período de luna de miel.
ii De ahora en adelante, la iglesia que acababa de nacer se encontraría con una oposición creciente que la llevaría hasta la persecución y muerte de aquellos que predican el evangelio
a Quienes se enojaron?
(i) El liderazgo “Espiritual” de Israel.
1. Estaban resentidos.
a. El resentimiento es un sentimiento de hostilidad o aversión hacia la persona que ha causado un daño o piensa que le ha causado daño.
b. Es algo que vive dentro del resentido y lo empuja a ser desagradable con los responsables de su desgracia.
c. Es sentir una y otra vez resentir el enojo vivido en el pasado y que fue provocado por una persona o situación.
d. Esta Ud. resentido con alguien?
i. Hebreos 12 15Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
iii APLICACIÓN: Todos los creyentes de cualquier edad, sexo, estrato social, nivel de educación quedan advertidos que ser cristiano a mas de ser una gran bendición, es peligroso, imprevisible, así que todo aquel que se proponga a tomar en serio a Dios debe saber que esta exponiendo, su cuerpo, su alma a diversos tipos de heridas.
a Juan 16: 33Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
(i) Debemos aceptar el desafío de ser cristianos y no enfocarnos en las aflicciones sino en la victoria después de las aflicciones.