El almohadón de plumas (Horacio Quiroga) - Narración

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  • čas přidán 13. 09. 2024
  • ► Cuento original del escritor Horacio Quiroga, de su colección "Cuentos de amor de locura y de muerte" (1917).
    ► Edición de imágenes y sonido - Narradora Noctámbula
    Hace tiempo que quería narrar este cuento que en secundaria me hizo cambiar constantemente la funda a mis almohadas. Y ahora... les toca a ustedes sentir la paranoia.
    ► Pueden leer la historia en: ciudadseva.com/...
    ► Música:
    "Blue Feather", "Impromptu in Blue", "Unease Piano", "Trepidation Piano", "Nervous Piano" - Kevin MacLeod
    incompetech.com...
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Komentáře • 1,5K

  • @dianapalacios8218
    @dianapalacios8218 Před 3 lety +2088

    Quien lo mira por la tarea😇😇😇

  • @yuuzhan8725
    @yuuzhan8725 Před 3 lety +319

    La historia me puso los pelos de punta! Tu forma de narrar ayuda a meterte a la trama, me hubiera encantado el conocer la historia por mi misma y no por una tarea :(

  • @kiaragonzalez41
    @kiaragonzalez41 Před 4 lety +1314

    Quien mas por la tarea de cuarentena :"v
    Edit: amaaaaaa asoy famosaaa :vv
    Edit2 omggg 400 likes gracias

  • @sofiaanselmino8840
    @sofiaanselmino8840 Před 4 lety +520

    Horacio Quiroga
    (1879-1937)
    EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
    (Cuentos de amor, de locura y de muerte, (1917)
    Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
    Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
    La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
    En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
    No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
    Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
    -No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada.. . Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
    Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pesos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.
    Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
    -¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
    Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
    -¡Soy yo, Alicia, soy yo!
    Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
    Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
    Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
    -Pst... -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio... poco hay que hacer...
    -¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
    Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
    Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
    Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
    -¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
    Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
    -Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
    -Levántelo a la luz -le dijo Jordán.
    La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
    -¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.
    -Pesa mucho -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
    Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandos: -sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
    Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin dada su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
    Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

    • @kevpchu1088
      @kevpchu1088 Před 4 lety +25

      Cuanto te tardaste en escribir

    • @infinity9282
      @infinity9282 Před 4 lety +19

      @@kevpchu1088 creo que cue un copiar y pegar bro

    • @trinitytri3371
      @trinitytri3371 Před 4 lety +29

      Muchas gracias! Me encantó leerlo a la par que lo escuchaba.

    • @radical7677
      @radical7677 Před 4 lety +13

      Mucho texto

    • @sofiaanselmino8840
      @sofiaanselmino8840 Před 4 lety +11

      @@infinity9282 no pana lamentablemente no me cague escribiendo porque de paso me lo memorisaba para el colegio

  • @jessicapatta6250
    @jessicapatta6250 Před 4 lety +711

    Quien más viene de Classroom
    Ya casi 200 likes gracias!!!

  • @facturasmtyks5180
    @facturasmtyks5180 Před 2 lety +11

    Lo lei hace mas de 20 años en un libro de cuentos...nunca lo olvide, me lo tope por casualidad aqui.. ese Horacio Quiroga.. es un loquillo.

  • @lachimuishere5815
    @lachimuishere5815 Před 3 lety +149

    Vine aquí para ver si alguien había ya comentado acerca del tema. O sea, cual es significado de este cuento? Para mi, el bicho que le chupó la sangre representaba la indiferencia de Jordan hacia Alicia. Jordan la quería pero nunca se lo demostró. Su frialdad la fue matando poco a poco. Ni aún estando Alicia tan cerca de la muerte Jordan se atrevió a demostrarle su amor y cariño por completo.

    • @claudiamaidana04
      @claudiamaidana04 Před 3 lety +29

      puede ser, pero Horacio Quiroga no solía escribir metáforas... de todas formas, es tu interpretación y pienso que tiene sentido

    • @buffilluceroruizdiaz537
      @buffilluceroruizdiaz537 Před 3 lety +10

      Es buena esa
      Yo solo lo ví como un cuento de terror
      Aunque pensandolo tiene sentido
      El título .cuentos de amor locura y muerte

    • @gonzalofreguero404
      @gonzalofreguero404 Před 3 lety

      Es un cuento de terror

    • @tinoblanes1
      @tinoblanes1 Před 3 lety +1

      simple ficcion creo yo, nada de eso

    • @lighkira1583
      @lighkira1583 Před 3 lety

      Si .como siempre los hombres no aman

  • @alejandroolivera4235
    @alejandroolivera4235 Před 4 lety +557

    Me sirve pa mi tarea de lenguaje en curentena : v

  • @santoszamoraalarcon2739
    @santoszamoraalarcon2739 Před 2 lety +15

    Esta una lectura que se estaba en los libros del rinco.. la lei hace como 20 años..
    Con la tecnología la pude disfrutar en CZcams..
    Buena narración, musica de piano... exelente ambientación

  • @mariadelosangelesnovello
    @mariadelosangelesnovello Před 2 lety +19

    Yo lo leí en la secundaria...hace unos 24 años...Me encantó y ahora la oigo más atenta que antes...jaja...
    Me impacta esta historia❤️

  • @eddyrdz1969
    @eddyrdz1969 Před 5 lety +241

    Me encanta el tono en que dices la frase final,me pone los pelos de punta jajaja

  • @lizethfelipeapolinar2262
    @lizethfelipeapolinar2262 Před 2 lety +12

    Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
    Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.
    Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
    La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
    En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
    No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
    Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
    -No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada… Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
    Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.
    Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
    -¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
    Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
    -¡Soy yo, Alicia, soy yo!
    Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
    Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
    Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
    -Pst… -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio… poco hay que hacer…
    -¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
    Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
    Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
    Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
    -¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
    Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
    -Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
    -Levántelo a la luz -le dijo Jordán.
    La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
    -¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.
    -Pesa mucho -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
    Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
    Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
    Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

  • @marcoantonioveravidal3095
    @marcoantonioveravidal3095 Před 3 měsíci +5

    Tantos vienen por tarea pensé que era el único 😅

  • @esteman6229
    @esteman6229 Před 4 lety +111

    Colegio: Tarea de el almohadon de plumas
    Yo:no tiene un presentiminero de que algo malo va a pasar

  • @Bolillo2805
    @Bolillo2805 Před 4 lety +85

    Si estan leyendo esto tranquilos tu y tu familia los bendiga dios y no te enfermaras de covid ❤️

  • @dumb_tinna
    @dumb_tinna Před 3 lety +33

    Nuevo miedo desbloqueado xd
    Tu forma de narrar me dio mucho miedo xd, ahora le tengo miedo a las almohadas de plumas xdd

  • @anasofiapazgonzalez515
    @anasofiapazgonzalez515 Před 3 lety +37

    su voz y como lo narra, lo hace más tenebroso y hermoso
    aaaaa
    amo

  • @TonyStark-us9qx
    @TonyStark-us9qx Před rokem +11

    Soy la unica que NO vino aqui por una tarea?

  • @elcanalconelvideode5segund245

    Me sirve para el examen 😉 le doy like

  • @eliotisraelaaronrocha6162
    @eliotisraelaaronrocha6162 Před 4 lety +26

    Este relato estaba en un libro mi secundaria, hace 13 años, solo mi maestra lo había narrado tan bien como tú.

  • @franschulze8715
    @franschulze8715 Před 5 lety +39

    Esta historia está basada en un caso de la vida real, que se suscitó en Perú, si mal no recuerdo. En verdad hay que tener cuidado con todas la almohadas, pues ya sean ácaros o parásitos letales, como este caso, se recomienda lavarlos frecuentemente y orearlos 3 veces por semana al sol directamente. Lo mas recomendable es cambiarlos cada año o cada dos como máximo. En verad me informé mucho acerca del tema cuando me enteré del caso verídico. Saludos!

    • @stephilima85
      @stephilima85 Před 4 lety +3

      No se si sucedió en Perú, pero el autor es uruguayo, Horacio Quiroga

    • @amalialaborperaltamaldonad4856
      @amalialaborperaltamaldonad4856 Před 2 lety

      El autor es uruguayo me parece que nada que ver con Perú

    • @elbriyan2732
      @elbriyan2732 Před rokem +1

      Por su puesto que no es peru y es uruguayo quiroga a lo que va es no va a salir un chuncaco tamaño gato. Lo que dice es que el higiene en las almohadas es necesario y que puede ser perjudicial para la salud.
      Yo el chuncaco en el cuento lo veo metaforico. Elicia sufre depresion creo

  • @GABRIEL9898589
    @GABRIEL9898589 Před 4 lety +120

    me lo pidieron de tarea wow :) le doy like

  • @marisolcastillo2815
    @marisolcastillo2815 Před 6 lety +78

    este relato es de mis favoritos !!!! tu trabajo es muy muy bueno !!

  • @hyudoangelo4838
    @hyudoangelo4838 Před 5 lety +177

    :3 me sirvió para mi examen

  • @lassamaniego6209
    @lassamaniego6209 Před 4 lety +41

    Estoy por la tarea. igualmente no me arrepiento de escuchar esta historia buenísima

  • @theyuniorstc9354
    @theyuniorstc9354 Před 3 lety +10

    Muchos binieron por tarea pero yo estoy por qué hace 5 años leí solo un poquito de la historia y me quedé con ganas de escuchar completo el metraje

  • @ignacioferanadez6292
    @ignacioferanadez6292 Před 3 lety +20

    1- Resume cómo va avanzando la enfermedad de Alicia.
    2-Por qué Alicia llora cuando su marido le demuestra cariño.
    3- Cómo es la reacción de Jordán ante la respuesta de los médicos.
    4-Cómo se describe la casa en esta segunda parte y a qué se parece.

  • @manueltaylorsversion692
    @manueltaylorsversion692 Před 4 lety +111

    profa de español si esta cosa no me deja dormir solo le voy a decir algo LA ODIO >:v

  • @alejandromoran4590
    @alejandromoran4590 Před 5 lety +7

    Habia leido este relato de chico, muchas veces... luego lo olvide. Hoy lo volvi a escuchar y me recordo a los ultimos dias de mi madre enferma de cancer. Fueron dias muy tristes.

    • @narradoranoctambula
      @narradoranoctambula  Před 5 lety +4

      Lamento mucho escuchar eso. Espero que estés bien, y que sigas adelante con ella en tu memoria.

  • @maribelramirezt6939
    @maribelramirezt6939 Před rokem

    Muchisimas gracias por compartir, lo lei hace más de 30 años, uno de los libros que más recuerdo aún lo tengo, hoy quise ver si había alguna narrativa para mi círculo de lectores.(No es lo mismo...escucharlo por otra persona).Me encantó ...desde hoy una suscrita más...

  • @mefistofeles0307
    @mefistofeles0307 Před 6 lety +60

    Excelente, hermoso, maravilloso !! Q gusto escuchar relatos como estos!! Salu2 y un abrazo !!

  • @TuilantrokawaiiDeconfianza
    @TuilantrokawaiiDeconfianza Před 3 lety +13

    Todos están aquí por tarea? yo solo porque es de mis autores favoritos xdxd

  • @daianavalverdi9594
    @daianavalverdi9594 Před 5 lety +13

    Gracias. El tono de voz me encantó. La usaré con mis alumnos de secundario, saludos desde Tucumán

  • @meganrayo1354
    @meganrayo1354 Před 3 lety +20

    Llegué por tarea pero me encanto ✨

  • @isaiasmartinez5990
    @isaiasmartinez5990 Před 4 lety +92

    Para Español,,,,, q el profe jode

  • @johanaperez3330
    @johanaperez3330 Před 4 lety +38

    Soy la única que viene de tarea de español

  • @isabelsilva32
    @isabelsilva32 Před 4 lety +7

    Me parece muy interesante ayuda mucho de sus tareas de mi hija gracias por estos lindos videos

  • @karensilva1766
    @karensilva1766 Před 2 lety +1

    Muy buen relato me encantó la historia aunque a la vez se me pusieron los pelos de puntas también la tristeza que provoca el desenlace 🥲

  • @nadiahernandez9858
    @nadiahernandez9858 Před 4 lety +13

    Esta super padre y terrorífico el cuento y aparte lo narras super bien que hasta los pelos se me pusieron de puntas😬😬😬 sigue asi💜💜

  • @nadie7497
    @nadie7497 Před 2 lety +1

    Hay mucha gente que comenta que vino aquí por una tarea y me pone triste...la verdad.
    Quiero decir, entiendo que no les guste leer pero, es que ni siquiera se dan una oportunidad con un CUENTO que en leer no les va a durar ni un día.
    Los típicos comentarios en los que se sienten orgullosos por venir aquí y no leer un cuento porque "es aburrido". No le dan siquiera una oportunidad y ya dicen que es aburrido.
    No me siento superior a nadie por leer (no confundan las cosas y quieran "voltear la tortilla"), sólo desearía que se tomaran en serio la lectura. Supongo que es culpa de sus padres por no inculcarles el hábito.

  • @nayelyvillalobos7739
    @nayelyvillalobos7739 Před 3 lety +3

    Me encantó como narras y si puso cada ves más miedo me gustó mucho

  • @trejosanchezarlet2601
    @trejosanchezarlet2601 Před 2 lety

    Lo mire hace 5 años y hoy me acordé de está gran narración.

  • @maritzarosales751
    @maritzarosales751 Před 6 lety +41

    Wooo. muy bien narrado felicidades sube más vídeos así.

  • @pilarmancilla9464
    @pilarmancilla9464 Před 2 lety +1

    Me encanto tu forma de leer , muchas gracias!!!

  • @leomercado7590
    @leomercado7590 Před 4 lety +46

    Esto parece un creepypasta

  • @daviuss2850
    @daviuss2850 Před 4 lety +1

    Muy bien, tu tono de voz permite adentrarte a la historia, hoy en día es difícil encontrar personas como tu gracias por el relato.

  • @rooreggiardo3886
    @rooreggiardo3886 Před 5 lety +12

    ¡Quiroga! El más grande escritor Uruguayo.

    • @camilasantillan7082
      @camilasantillan7082 Před 4 lety +2

      Se formó, desarrollo, vivió y murió en Argentina, es más pidió que esparcieran sus cenizas en Misiones, deseo que no respetaron solo por nacer en otra tierra, una lastima!

    • @anuelfanrhlm2910
      @anuelfanrhlm2910 Před 4 lety +1

      Otro uruguayo que reclama cosas que no son de ahi jajajaja

    • @marianunez9965
      @marianunez9965 Před 4 lety +1

      @@camilasantillan7082 y también estudió en Montevideo. El nació en Uruguay así que es uruguayo

    • @ellocojuntapuchosmvdo4978
      @ellocojuntapuchosmvdo4978 Před 4 lety

      @@anuelfanrhlm2910 fijate donde nacio salame me parece que los que reclaman cosas de otros paises es ud y queda muy en ridiculo

  • @Ismaelkrujoski
    @Ismaelkrujoski Před 2 lety

    Sin palabras...
    Simplemente sin palabras, es un cuento que te deja con los pelos de punta, y con una intriga enorme de saber que paso al final con Alicia y con las demás personas de la casa, y en espacial lo que paso con la extraña criatura de la almohadón.
    La verdad mis 10 de 10

  • @almahernandez6051
    @almahernandez6051 Před 4 lety +8

    Muy buena narración

  • @raquelgarcia8559
    @raquelgarcia8559 Před 6 měsíci

    Muy buena la voz narradora👏 Grande Horacio Quiroga❤

  • @lilimontes0077
    @lilimontes0077 Před 4 lety +5

    Qué maravillosa voz y tiene usted un fraseo hipnótico, me encanta su narración!!!!😁😁😁

  • @gabrielahernandez8783
    @gabrielahernandez8783 Před 2 lety

    Amo el tono de suspenso que le da esta voz, logra envolverme ysentir escalofríos en todo mi ser.

  • @gardiolro
    @gardiolro Před 3 lety +7

    Alguien mas lo mira por tarea 😭🤚🏻

  • @deboravanesamoine4068
    @deboravanesamoine4068 Před 2 lety

    Cuantos de Amor ,Locura Y muerte es mi libro faborito de Horacio Quiroga una obra maetra el cual no me cansó de leer¡¡¡¡

  • @jojovallejo1767
    @jojovallejo1767 Před 4 lety +4

    Me sirvio para mi terea de practicas de lenguaje 😁 y tambien me gusto como contaste la historia 💗💗

  • @juanbillarruel3836
    @juanbillarruel3836 Před 3 lety +1

    cuánto talento para la lectura. felicitaciones!!!!!

  • @yamilelopez4946
    @yamilelopez4946 Před 3 lety +4

    Nd q ver pero su voz c parece a la de Norman de tpn😼☝️

  • @jesabelpardo5952
    @jesabelpardo5952 Před 2 lety +1

    Me encanto mil grasias 😄😄😄

  • @Gastelu_Gaston
    @Gastelu_Gaston Před 3 lety +10

    Que bueno que soy pobre y duermo en almoada de algodón :D

  • @juanadelgadocortes6143
    @juanadelgadocortes6143 Před 2 lety +1

    Wao que exelente barras que linda voz ya mismo me suscribo 😃

  • @annabellee7517
    @annabellee7517 Před 4 lety +5

    Sube más vídeos por favor tu narrativa es excelente, al igual qué tu edición de sonido e imágen. Ojalá puedas subir más historias está me trajo recuerdos bonitos, que había olvidado hasta que lo escuché. Gracias excelente contenido👌💜

  • @chris07gtz30
    @chris07gtz30 Před 3 lety +1

    Cheto para la tarea de la escuela gracias compa..♡♡♡♡♡♡

  • @marcelasoria4896
    @marcelasoria4896 Před 4 lety +10

    Me mandaron a ver este cuento de la escuela y me dieron muchas preguntas para responder y con este video puedo hacerlo todo bien ..... bueno eso creo😆 asi que se merese um like este video✅

  • @pocholate
    @pocholate Před rokem

    Este cuento estuvo en mi libro de lecturas de primaria de 6to grado, la primera vez que lo leí tambien se me erizó la piel.

  • @carolaychirinos6371
    @carolaychirinos6371 Před 4 lety +3

    Quien me podría ayudar hacerle una crítica al cuento ya que fue lo que me pidieron y no encuentro que critica se le puede hacer a este magnífico cuento...

  • @labelen1364
    @labelen1364 Před 4 lety +2

    Me encantó, tiene fluidez y la voz es maravillosa. Gracias por hacer este vídeo. También me ayudo en mi tarea. Excelente trabajo🙌😍😍😍😍

  • @gabrielacota9865
    @gabrielacota9865 Před 3 lety +5

    l@s que no vamos nunca a dormir con una almohada de plumas (incluyendome)

  • @Lourdes-fy5ue
    @Lourdes-fy5ue Před 4 lety +2

    Amo este cuento

  • @dianachavarria7962
    @dianachavarria7962 Před 4 lety +4

    Hermosa historia me dejó con la intriga 👌🏼👌🏼👌🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼 y el tono que le dió wow 👌🏼

  • @devil_bear
    @devil_bear Před 3 lety +1

    Al principio no tenía mucho interés en la historia,me la pidieron de tarea haci que vine aquí,al final me terminó gustando la historia :)

  • @strangerreimsherreragameac1493

    Lo miro por el profe de spanish :V

  • @paulbelmonte5650
    @paulbelmonte5650 Před 4 lety +1

    La mejor narradora de cuentos que he escuchado ,es un arte tu voz

  • @pablojimenez9807
    @pablojimenez9807 Před 2 lety +4

    No entendí 😐

  • @karoldaravina7592
    @karoldaravina7592 Před 3 lety +2

    Que buena narradora eres. Te felicito. :)

  • @konorcamacho3607
    @konorcamacho3607 Před 5 lety +24

    Me sirvió mucho para mi proyecto 11/10

  • @yajairahernandezbernal4816

    No por tarea vi el nombre en una publicación y me causó cuitiosidas.
    Quería comprarlo pero soy desesperada y aquí estoy 🤗

  • @user-vc7po3mw6e
    @user-vc7po3mw6e Před 5 lety +12

    jajajaj como para contarle ese dulce cuento a tu hijito antes de dormir:3

  • @Andy_Stark1
    @Andy_Stark1 Před 2 lety +1

    En la secundaria llegamos a tener una "clase" donde todos los grupos nos reunimos en el patio y los maestros contaban cuentos y los 3 años no podían faltar este cuento

  • @foxyaishi737
    @foxyaishi737 Před 5 lety +10

    genial, vi el vídeo y la narración estuvo perfecta, creo que me suscribo y doy like, ¡suerte!

  • @roselys5297
    @roselys5297 Před rokem

    La primera vez que escucho de este relato.
    Me está gustando, apenas para una tarde de relajación(yo estoy de mañana XD) pero buen cuento.

  • @JuJu-cn9tz
    @JuJu-cn9tz Před 4 lety +3

    El almohadón de plumas- Horacio Quiroga
    Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de
    su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a
    veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle,
    echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora.
    Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
    Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.
    Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más
    expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía
    siempre.
    La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio
    silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de
    palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las
    altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza
    a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera
    sensibilizado su resonancia.
    En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido
    por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin
    querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
    No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró
    insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al
    jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto
    Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida
    en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado,
    redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron
    retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una
    palabra.
    Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció
    desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma
    y descanso absolutos.
    -No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran
    debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada… Si mañana se despierta como hoy,
    llámeme enseguida.
    Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Se constató una anemia de marcha
    agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba
    visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en
    pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía
    casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo
    a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba
    en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer
    cada vez que caminaba en su dirección.
    Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que
    descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente
    abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama.
    Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y
    sus narices y labios se perlaron de sudor.
    -¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
    Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
    -¡Soy yo, Alicia, soy yo!
    Alicia lo miró con extravío, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato
    de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su
    marido, acariciándola temblando.
    Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra
    sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
    Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se
    acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la
    última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a
    otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
    -Pst… -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio… poco hay
    que hacer…
    -¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
    Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía
    siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada
    mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le
    fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de
    estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este
    hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le
    tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares
    avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban
    dificultosamente por la colcha.
    Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las
    luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio
    agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el
    rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
    Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró
    un rato extrañada el almohadón.
    -¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de
    sangre.
    Jordán se acercó rápidamente. Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a
    ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas
    oscuras.
    -Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
    -Levántelo a la luz -le dijo Jordán.
    La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando, lívida y
    temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
    -¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.
    -Pesa mucho -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
    Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del
    comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la
    sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos
    crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las
    patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan
    hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
    Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente
    su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La
    picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin
    duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue
    vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
    Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas
    condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente
    favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.
    Cuentos de amor, de locura y de muerte, 1917
    ---------------------------------------------------------------
    besoss

  • @cami_fck_
    @cami_fck_ Před 2 lety +2

    Me lo encargaron de tarea de español xd

  • @ldlopaloefv3779
    @ldlopaloefv3779 Před 3 lety +14

    tarea de practicas de lenguaje :'v
    edit: profe te odio donde voy a dormir hoy :'/

  • @celemartinez3105
    @celemartinez3105 Před rokem +1

    Al escuchar como la narras y lo dicese dio un tremendo miedo y justo la tenía escuchando a la noche 😱

  • @auratrinidadnogueroncarril7276

    Hermoso ; el audio es perfecto me sirvio mucho , gracías

  • @micaelacota9782
    @micaelacota9782 Před 4 měsíci

    Pobre alicia su muerte fue comprobada x la sirvienta y jordan pero no x los médicos
    La narración de la historia fue increíble me encantaria narrar así 🙁

  • @eddyrdz1969
    @eddyrdz1969 Před 5 lety +5

    En primer grado de primaria nos dijeron que buscáramos algo en la biblioteca y leí este jajaja desde aquel entonces me pareció macabro como nada

  • @miaflores6342
    @miaflores6342 Před rokem +1

    Es lindo el cuento me encanto el cuento

  • @juanmiguelcruz1086
    @juanmiguelcruz1086 Před 3 lety +3

    Weeey, buenísima historia, el finalte explota la cabeza 😮🤯

  • @maygarcia2271
    @maygarcia2271 Před 4 lety +1

    Me sirvió mucho para una tarea que le encargaron a mi hijo, por que se lo dictaron en la escuela pero no lo alcanzó a apoyarlo todo y si no lo llevaba mañana iban a poner mala calificación, que bueno que lo encontré

  • @nicobtez
    @nicobtez Před 5 lety +16

    Gracias me ayudo con mi tarea

  • @euroborosmaster679
    @euroborosmaster679 Před 4 lety +2

    Fue muy bueno me sirbio mucho y me gusto como lo relatas y esa musica jaja

  • @stivenchavezb
    @stivenchavezb Před 3 lety +3

    Mil gracias por esta narración, me sirvió demasiado ♥!

  • @anton1o._n876
    @anton1o._n876 Před 3 lety +1

    Está bueno

  • @yampipinilla9723
    @yampipinilla9723 Před 3 lety +3

    Malditas tareas

  • @lucicorvalan5974
    @lucicorvalan5974 Před 4 lety +1

    ME ENCANTA,tienes una voz preciosa me encanta

  • @dareyjuarezhernandez9635
    @dareyjuarezhernandez9635 Před 3 lety +4

    Quien ma por la tarea

  • @sebastianvalverde2574
    @sebastianvalverde2574 Před 3 lety +2

    Estoy leyendo esto ya que mi profesora M.T me mandó hacerlo, pero me gustó tanto que comencé a escuchar más al autor y simplemente para mí es un artista de letras.😄

  • @elpanaisra4602
    @elpanaisra4602 Před 5 lety +3

    Woooowww!! Exvelente narración!!👍👍👏👏👏🌹

  • @raygt3477
    @raygt3477 Před 3 lety +2

    Oh... Me acabo de cagar encima