Cuentos en la Bruma (10/12/2016) Castros en Sanabria, Salamanca y Ávila

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  • čas přidán 9. 12. 2016
  • Hubo un tiempo en que las ciudades eran espacios escondidos, ocultos y altamente defendidos. Mil años antes de que la muralla de Ávila se levantara, en Castilla y León surgieron pequeñas fortificaciones con muros que llegaban hasta los 7 metros de allí. Todas comparten una misma estructura: cerca de un río, en un lugar elevado y con una orientación hacia el sur.
    Todos ellos fueron levantados antes de que los romanos conquistaran toda la Península y tras sus piedras habitaron los vetones, un misterioso pueblo que habla desde la muerte. Las necrópolis son los espacios que más información han aportado. Además, vinculados a esta tribu primitiva han aparecido unas esculturas zoomorfas: los verracos. Su forma recuerda a cerdos, jabalís, toros... pero su función es un verdero enigma.
    Pero el misterio va más allá, ya que en los muros de algunas murallas, extrañas insculturas son el mensaje que alguien dejó allí dibujado. El gran enigma es descubrir el código que permita interpretarlas.
    Cuentos en la Bruma realiza un viaje por cuatro de los más importantes castros de nuestra Comunidad -As Muradellas en Sanabria, Las Merchanas y Yecla de Yeltes en Salamanca y Chamartín en Ávila, para descubrir los tesoros que las primeras fortalezas de nuestra tierra esconden.
  • Zábava

Komentáře • 3

  • @galiciagritatv9031
    @galiciagritatv9031 Před 3 lety +2

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  • @franciscomartinez5150
    @franciscomartinez5150 Před 3 měsíci

    Con todos los respetos, lo de que las piedras hincadas sirven como defensa contra la caballería no llega ni siquiera a la categoría de chorrada. Sería deseable que la gente que interpreta estas cosas, tenga un pelín mas de formación. Al menos a nivel militar. Para asaltar un poblado amurallado, la caballería es completamente inútil. lo único que pueden hacer los jinetes, es pasearse alrededor de la muralla, mientras los defensores organizan campeonatos de tiro con honda haber quien abre mas cabezas enemigas. No me imagino a un jinete con una escalera bajo el brazo. Los poblados amurallados, se asaltaban con infantería y artillería. Las piedras hincadas sirven para que los asaltantes no se abalancen en tromba sobre la muralla con escaleras y material de asalto. Dificulta la maniobra de asalto y da tiempo a los defensores. Dejan espacios en los campos de piedras porque por algún sitio tienen que pasar para entrar al poblado. Y esa zona la defienden mas, estrechando el paso de las puertas. La caballería se usaba para asaltar grupos aislados en campo abierto pero jamás para asaltar una muralla.