Salmos Capituo 40 AudioLibro Biblia PDT

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  • čas přidán 7. 09. 2024
  • Salmos 40
    Palabra de Dios para Todos
    Una canción nueva
    (Sal 70)
    Al director. Canción de David.
    1 Yo confié sinceramente en el SEÑOR,
    y él escuchó mi oración.
    2 El SEÑOR me sacó del pozo de la destrucción;
    me sacó del barro y del lodo.
    Me puso los pies en la roca, en tierra firme,
    donde puedo andar con seguridad.
    3 Él puso una canción nueva en mi boca,
    una canción de alabanza a Dios.
    Mucha gente verá lo que Dios ha hecho y lo alabará;
    se llenarán de confianza en él.
    4 Afortunado el que confía en el SEÑOR
    y no busca ayuda en dioses falsos.
    5 SEÑOR, Dios nuestro,
    tú has hecho muchas maravillas.
    Tienes planes maravillosos para nosotros;
    eres incomparable.
    No me alcanzan las palabras
    cuando intento contar tus maravillas.
    6 SEÑOR, tú me has hecho entender[a]
    que en realidad no esperas sacrificios ni ofrendas.
    En realidad no pides sacrificios para borrar el pecado.
    7 Así que dije: «Mírame, aquí estoy,
    listo para hacer lo que está escrito de mí en el libro».
    8 Dios mío, deseo que se haga tu voluntad;
    llevo tus enseñanzas en mi corazón.
    9 Le he dado a todo el mundo la buena noticia de tu victoria
    y sabes que nunca dejaré de hablar de ello, SEÑOR.
    10 SEÑOR, no he guardado para mí la maravilla de tus obras.
    He hablado públicamente de tu justicia y de tu salvación.
    No he escondido a la gran asamblea
    tu fiel amor ni tu verdad.
    11 No seas tacaño, SEÑOR, con tu compasión.
    Que tu fiel amor y fidelidad me guarden para siempre.
    12 Porque se me han venido encima
    muchas desgracias.
    Mis pecados me han atrapado
    y no puedo escapar de ellos.
    Son tantos los pecados que he cometido,
    que he perdido todo el valor.
    13 SEÑOR, por favor rescátame.
    ¡SEÑOR, ven pronto a ayudarme!
    14 Que todos los que buscan destruirme
    terminen sintiéndose avergonzados y humillados.
    Que los que quieren hacerme daño
    se retiren sin lograr nada.
    15 Que los que se burlan de mí
    retrocedan avergonzados.
    16 Y que los que buscan tu ayuda,
    encuentren dicha y felicidad.
    Que los que aman tu salvación
    puedan alabarte siempre diciendo:
    «¡Cuán grande es el SEÑOR!»
    17 Señor, ten compasión de mí,
    aunque sea tan sólo un hombre pobre e indefenso.
    Dios mío, tú eres quien me ayuda y me salva.
    ¡No llegues demasiado tarde!

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