Roberto Devereux - Vivi ingrato a lei d’accanto - Act III - Beverly Sills

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  • čas přidán 28. 08. 2024
  • Importa poco si el personaje es Manon, Marie, Violeta, Lucia, Cleopatra o algun otro personaje de los más de 35 roles a los que dio vida en su repertorio. Sills vendía a capacidad todas las funciones en todos los teatros del mundo en que se presentaba y la reacción del público era ovaciones de pie incluso en medio del 2do acto.
    Una de las características que más imprecionaba de Sills era su versatilidad dentro del repertorio del Bel Canto, ya que con su coloratura, lograba proyectar con gran facilidad, gracia, credibilidad y dramatismo. Dramatismo y credibilidad era lo que carecían muchas de las sopranos coloratura antes de Sills. Beverly, con su habilidad y facilidad para la coloratura, conseguía hacer con su voz, las acrobacias que la mayoría de las sopranos no se atrevían ni a intentar cantar. Por eso no nos debe extrañar que una de las divas más grandes de la historia de la ópera, Leontyne Price dijera que se quedaba "Estupefacta por la cantidad de millones de cosas que Sills puede hacer con una escala escrita".
    En su debut en La Scala en el 1969, la prensa italiana expresó que Sills era un ejemplo brillante del Bel Canto, junto con Callas y Joan Sutherland. Añadiendo: “En muchos sentidos, nos recuerda a Callas: buena presencia, buena cara y, sobre todo, una voz hermosa. Es un ángel de la frase lírica, con gran dulzura, delicadeza y una técnica bravura ".
    Sus comienzos en la ópera la entrenaron hasta que se convirtió en una cantante muy versátil, que ha diferencia de las grandes Súper estrellas de la ópera de su tiempo (quiénes estaban más enfocadas en dar más importancia al aspecto de cantar sin esforzarse por desarollar un personaje en el escenario) Sills logró rescatar la magia y el efecto Callas, logrando darle al Bel Canto algo más que el canto hermoso, también para Sills era igual de importante el actuar e interpretar el personaje. Por eso ir a verla era como ver la opera por primera vez. Ya que su enfoque era distinto, en cada uno de sus grandes roles lograba una proyección emocional, única y especial.
    Por mencionar un ejemplo, su interpretación de Lucia fue descrita por el New York Times como “Una representación imponente y su escena de la locura requiere ser estudiada por todas las sopranos que ponen la coloratura por encima de la interpretación del personaje.
    Pero fue en su interpretacion de la Reina Elizabeth en la opera de Donizetti, Roberto Devereux en donde Sills encontró el personaje que más amó y que mejor interpretó, ya casi al final de su Carrera. Basta ver la grabación completa de la puesta en escena del 1975 para ver por qué el rostro de Sills aparece en la Portada de la revista TIME declarándola como la Reina Americana de la Ópera. Aunque la mejor puesta en escena (en la que según Sills fue la única vez que cantó e interpretó todo a la perfección) lamentablemente no fue grabada en vídeo.

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