Lerma - Villa Ducal - Pueblos con encanto
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- čas přidán 16. 01. 2021
- Lerma es una villa de la provincia de Burgos que se yergue sobre un cerro a la orilla del río Arlanza, con un conjunto herreriano único.
Tras amurallar Lerma, en el siglo XVI, Juan del Río Alvarado, cantero de Voto, construyó el puente medieval con arcos reforzados por contrafuertes para asegurar la defensa del núcleo urbano. Ahora es un largo puente de piedra peatonal, ya que en 1948 se construyó uno nuevo, paralelo a él para la circulación de vehículos.
El Duque de Lerma, en el siglo XVII reconstruyó el puente y junto a él inmensos jardines en las riberas del Arlanza con fuentes de alabastro, paseos, estanques con peces y aves acuáticas, embarcaderos en el río y estatuas de mármol, que servían de recreo, caza y esparcimiento para su familia y los nobles invitados.
El centro histórico de Lerma aún conserva algunos rincones del primitivo recinto medieval, como la antigua plaza de la Villa, con sus soportales, o el Arco de la Cárcel, puerta principal de entrada de su muralla custodiada por dos torres, única que se conserva de las cuatro entradas que tenía. En 1610, se realizó una ampliación de ladrillo en la parte superior para convertirla en cárcel.
Tras cruzarla, admiramos soportales típicos de la época medieval como el de la calle del Reventón donde estaba la antigua escuela de niñas.
Calle arriba encontramos antigua iglesia del siglo IX de San Juan Bautista, que ahora es la ermita de Nuestra Señora de la Piedad.
El empedrado nos conduce a la Plaza Mayor, una de las más grandes de España, donde se encuentra el Palacio Ducal que hoy es el Parador Nacional de Turismo de Lerma.
En su origen estuvo totalmente porticada, pero hoy solo conserva dos alas. Era un espacio privado del rey y el duque, perteneciente al palacio Ducal, que estaba rodeado por las casas de los nobles. Al desaparecer la corte se abrió al pueblo y se usó como mercado, corral de comedias y coso taurino en las fiestas del toro enmodorrado. Conserva, con sus soportales y tabernas, el ambiente tradicional de la plaza castellana.
El palacio Ducal fue construido en estilo herreriano en diferentes fases, entre 1601 y 1617, sobre el antiguo castillo medieval. La puerta principal posee los escudos de armas de Sandoval y Rojas, labrados en sus festones. Hoy, al ser parador se puede pasar la noche en las alcobas de la corte y la realeza.
El Convento de San Blas, de 1627, está en la plaza contigua del mismo nombre, y hasta el siglo XIX estuvo unido al Palacio Ducal por un pasadizo volado de tres arcos. Ahora está habitado por monjas dominicas, que conservan un gran relicario.
Tras atravesar de nuevo la Plaza Mayor, en la calle de la Audiencia, está el convento de Santa Teresa, que hoy alberga el Ayuntamiento, la oficina de Turismo y el centro de interpretación de la villa. Desde su construcción en 1617 hasta el siglo XIX estuvo habitado por frailes carmelitas.
Y llegamos a la plaza de Santa Clara, donde se encuentra el monasterio de la Ascension de Nuestro Señor o convento de Santa Clara, de 1610, donde se bautizó ese mismo año una hija de Felipe III, la infanta Margarita Francisca.
En el centro de la plaza hay un pequeño mausoleo del cura Merino, famoso guerrillero de la Guerra de la Independencia. Y al fondo el Mirador de los Arcos, que era el pasadizo del duque, con las mejores vistas panorámicas de la Vega del río Arlanza.
A través de una puerta amurallada llegamos a la plaza de San Pedro donde encontramos una estatua que recuerda a José Zorrilla, reviviendo su amor por Lerma y convirtiéndolo en uno de los pueblos más bonitos de España.
Allí está la Colegiata de San Pedro, de principios del siglo XVII. Tiene planta de tres naves con girola y crucero, un retablo barroco, el coro, dos órganos de 1616 y 1617, y el sepulcro en bronce de Cristobal de Rojas y Sandoval.
Bajo la villa existen muchas bodegas con su red de comunicaciones, Lerma prácticamente está hueca. Una red de galerías comunicaba el palacio Ducal con los conventos e iglesias para que el Duque y el Rey, junto con sus allegados asistieran a los oficios religiosos sin salir al exterior. El único tramo que se conserva y es visitable une los monasterios de Santa Teresa y Santa Clara.
El convento de Santo Domingo de 1617 nunca llegó a ser un convento esplendoroso y con la exclaustración de 1835 se utilizó como almacén, cuartel de la Guardia Civil y escuela, sufriendo un incendio.
Por último el convento de más de cuatro siglos de antiguedad de las Carmelitas Descalzas, frente al Arco de la Cárcel, y fuera de la villa obedeciendo a los preceptos de sobriedad, austeridad y aislamiento de la Orden, desde diciembre de 2016 está inhabitado. Las ocho monjas carmelitas que quedaban allí se trasladaron al de Villanueva de la Jara, en Cuenca.
La cultura teatral y musical, fiestas, romerías y gastronomía tradicional, con numerosos asadores, junto con la hospitalidad de los lermeños, hacen de la villa un lugar especial para disfrutar.
Maravillosa villa que tuve la oportunidad de visitar en julio pasado.
Buena informacion para el turista, gracias!
Muchas gracias, Anderson. Eso intentamos hacer en todos lo reportajes que subimos a CZcams en nuestro canal: "PROYOU DIGITAL". Un saludo.
Pude visitar Lerma en 2019 para disfrutar de las jornadas del barroco, y fue espectacular, como historiador del arte (y amante del barroco), desde que tuve noticia del conjunto monumental de la villa en una asignatura de la carrera, tenía sobradas ganas de conocer Lerma.
Espero volver pronto, ya que aunque habéis hecho un grandísimo trabajo dando a conocer la villa, hay que ir, que nadie se lo piense, ya que no se arrepentirá.
Paa futuros viajes iré viendo otros vídeos vuestros, grandísima labor :D
Muchas gracias, Alejandro.