Jesús puede sanar tu vida | La historia de Zonia (

No importa por lo que estés pasando, Jesucristo puede sanarte y consolarte. Habla con los misioneros para aprender cómo puedes descubrir la paz que viene a través de Jesús: bit.ly/3GoQwJE
En 2016, el hijo mayor de Zonia, Jorge Eduardo, fue secuestrado. Ella nunca ha dejado de buscarlo. Después de que él desapareció, encontró fortaleza y consuelo en un amigo y en el evangelio de Jesucristo. Zonia tiene fe en que Jesús sabe por lo que cada uno de nosotros está pasando y nos ayudará con todos nuestros problemas. Su fe le da una fuerza interior para seguir adelante. Incluso cuando su vida es difícil, ella tiene esperanza para el futuro.
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TRANSCRIPCIÓN:
Área especializada en atención a Víctimas de desaparición de personas
Créanme que sí entiendo por lo que está pasando señora, está bien
Si yo no hubiese conocido la iglesia yo no tendría la fortaleza espiritual de poder hacer lo que hago
El domingo 21 de febrero del año 2016 mi exmarido, papá de Jorge Eduardo mi hijo mayor, llega a casa de manera inusual y me dice secuestraron a Jorge Eduardo
Yo sentí que se abría el piso debajo de mis pies
Hasta la fecha, Zonia continúa en la búsqueda incansable de su hijo mayor, Jorge Eduardo
Mi amiga Gaby me visitaba me estaba ahí después
Un día que me vio muy mal me hizo una llamada telefónica en la tarde y me dijo que su esposo podía ir a visitarme y ofrecerme una una bendición
Solamente recuerdo que él me dijo que no estaba sola que Dios estaba al mando y que me iba a acompañar en todo momento
Aunque las circunstancia no había cambiado algo se había transformado dentro de mí, dentro de mi hogar
Cuando yo era más joven y tuve la oportunidad de ser misionera pude ver que el evangelio de Jesucristo sana la vida de muchas personas
Entonces era lo único que yo le podía ofrecer a mi amiga
Compartirle lo que a mí misma me había hecho muy feliz
Entonces comenzaron a ir los misioneros, los comenzamos a escuchar
Tuve muchísimas respuestas del millón de preguntas que yo tenía
Desde que mi mamá y yo nos bautizamos en esa iglesia todo, todo fue mejorando
Hemos sentido más calma, más tranquilidad a pesar de que no sabemos dónde está mi hermano
He visto un cambio impresionante en Zonia en cuanto a la serenidad con la que busca, a la fortaleza que tiene para salir adelante
Y lo que yo hago ahora es intentar hacer un poquito lo que El Salvador hizo conmigo
Tomar la mano de esas madres padres de esas víctimas y en ese laberinto oscuro poderlos guiar y darles un poquito de esa luz que yo recibí de Cristo
Jesús puede sanar tu vida