TOMA DEL FUERTE DE CORRAL VALDIVIA PART02a

Después de un largo rodeo, en el que no fue molestado por el enemigo llegó Beauchef a una explanada cercana al fuerte Inglés. A su izquierda tres cañones de a 24 perdían sus balas en la oscuridad de la noche. A la derecha se alzaba una alta palizada, desde la cual los realistas abrieron fuego de fusilería. Mientras la mayor parte de los asaltantes combatía en la explanada, un pelotón de soldados patriotas, al mando del teniente Vidal, penetraba en el fuerte por el mismo lugar en que lo habían hecho los fusileros realistas al replegarse. En pocos momentos dieron cuenta de los 80 hombres de la guarnición. Los 300 que habían acudido en su ayuda huyeron a sus respectivos fuertes.
Dominado el Inglés, Beauchef se dirigió a la carrera al fuerte San Carlos, donde sea había dado cita con Cochrane, que costeaba el río con una chalupa. La guarnición huyó sin combatir. Los dos jefes concertaron los restantes asaltos. Beauchef tomó sucesivamente los de Barro, Amargos y Chorocamayo, salvando las distancias que los separaban por senderos atravesados por charcas, matorrales, árboles caídos y pantanos. Por fin, entre las 12 de de la noche del 4 y la 1 de la madrugada del 5, llegaba a la fortaleza de Corral, residencia del gobernador de la plaza y del estado mayor. Entre Beauchef y Miller, este último sostenido por sus ayudantes, pues a causa de sus heridas no podía mantenerse en pie, atacaron el fuertepor sus tres puertas y por una brecha abierta en un lienzo de la muralla. Amilanados por la supuesta presencia de fuerzas muy superiores, los defensoresse rindieron de inmediato. Los jefes patriotas dieron descanso a sus fuerzas durante el resto de la noche.
Faltaba aún por realizar la mitad de la jornada: la captura de los castillos y fortalezas de la ribera norte del río y de la costa. El entusiasmo de los atacantes era formidable. En cambio, los deensores, completamente desmoralizados, no aguardaron el choque. Estaban convencidos de que las fuerzas enemigas pasaban de 2.000 hombres. Cochrane ocupó en la tarde del día 4 todos los fuertes, y Beauchef, al día siguiente, la ciudad.
Historia Ilustrada de Chile, Encina y Castedo, Tomo 10, Editorial Zig Zag 1984, pag.711 y 712

[@makizard90]

que grosa la última parte: "alguna fotografia con el español muerto acá?" jakajkaj