Romería en Tébar. Malagueña abolerada. Tébar (Águilas, Murcia, España), 16-06-1993

En el sureste peninsular español existen lugares que mantienen acontecimientos festivos tradicionales ligados a las Hermandades religiosas, en los que se aprovecha la fiesta para recaudar fondos para la propia Hermandad, la parroquia o para usos comunitarios. Además de los recorridos de Pascua, (en Navidad) a cargo de las cuadrillas de músicos, uno de los actos principales y más esperados durante todo el año son los bailes de puja o subastados, en los que se paga por bailar. Generalmente se hacen en la puerta de la iglesia o ermita del lugar con gran presencia de público. Pocas oportunidades hay como esta para poder lucirse delante de todos, y los hombres pagan, a veces disputando en subasta, por bailar con la mujer o la pretendida, y de eso se aprovechaban los mayordomos o los inocentes (personajes que recaudan los fondos) para aumentar la recaudación. En otras ocasiones, a veces fuera de la Navidad, hay rifas de productos que han donado los feligreses que se solventan mediante un sorteo de números o de cartas de baraja.
Aunque esta tradición ha caído en desuso en muchos lugares, todavía los hay de tal calidad festiva que son de un interesante testimonio etnográfico.
En esta ocasión, vemos un vídeo incluido en la Colección Memorias de la Tradición
/ antropologoclemente
de la fiesta de Tébar (Águilas, Murcia, España), donde impulsada por la cuadrilla de Cuesta de Gos (importante vertebradora y dinamizadora de las músicas de tradición oral aguileñas), se celebró en la puerta del local que hacía de ermita un baile suelto con rifa el miércoles 16 de junio de 1993, festividad local. Para el baile es común sacar los bancos de la ermita y formar un corro, dentro del cual se instalan los músicos y los bailaores.
En esta ocasión se baila una malagueña (variedad de fandango, de estilo abolerado por sus elaborados pasos) por dos jóvenes bailaores del lugar (Pedro Benito Navarro Montalbán, Perea, y María José Clemente Blázquez) que se lucen erigiéndose en el centro de atención de la fiesta mientras toca la cuadrilla de músicos. Es la malagueña aguileña la pieza más demandada de las músicas y bailes tradicionales entre los aficionados locales (bastante más que jotas o parrandas), y está emparentada con fandangos del sur andaluz. Se caracteriza en la música por un toque “abandolao”.
Estas ocasiones muestran que el baile suelto está vivo en algunas comarcas, siendo una de sus características la interacción entre todos los participantes: músicos, cantaores, bailaores y público asistente, pudiendo cualquiera de ellos intercambiarse, o también participando con jaleos, palmas o incluso con frases cruzadas entre algún presente y los bailaores.
En la música, al toque están, entre otros, Joaquín Sáez García, el Ganaero, pandereta; Pedro Morata Muñoz, Pedrín, guitarra; José Pelegrín Navarro el Pele, guitarra; Andrés el Cojo, laúd; Juanitín, platillos;… y al cante están Juanita Navarro Calvo, Juanita del Cantal; Isabel Hernández Méndez; y Juan López Jiménez, Juan del Huerto.
Es de hacer notar que el campo aguileño, en sus distintas aldeas, ha tenido un buen surtido de excelentes músicos, bailaores, cantaores y troveros, que conozcamos, durante la segunda mitad del siglo XX, a muchos de los cuales se les puede ver en vídeos de esta misma Colección.
Vídeo y texto: Manuel Sánchez Martínez.
Agradecemos las amables informaciones de Pedro Morata Muñoz.
Colección Memorias de la Tradición: Licencia Creative Commons BY-NC-SA
En el siguiente blog se pueden encontrar los vídeos de esta colección formando parte de una explicación general.
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Muy bien bailao