Una artesana con unas manos maravillosas que obedecen las órdenes de un cerebro extremadamente creativo, que no descasa nunca, está creando permanentemente, no sólo sombreros, logra transformar la ilusión mágicamente y con mucho empeño en un producto concreto, tangible, portable como la capelina que llevo en esta foto.
Una artesana con unas manos maravillosas que obedecen las órdenes de un cerebro extremadamente creativo, que no descasa nunca, está creando permanentemente, no sólo sombreros, logra transformar la ilusión mágicamente y con mucho empeño en un producto concreto, tangible, portable como la capelina que llevo en esta foto.