En los últimos años, desde la pandemia, el aumento de la violencia en el lugar de trabajo se ha elevado significativamente. La cobertura mediática de estos eventos ha concientizado a la población sobre la situación y varias empresas han utilizado nuevos métodos para contratar empleados. Parece como si cada dos semanas se informara de otra historia sobre una muerte violenta que ocurre en un lugar de trabajo debido a un empleado descontento o exempleado, una disputa doméstica en el trabajo o una pelea entre trabajadores. En los Estados Unidos la violencia en el lugar de trabajo ha aumentado. En muchos casos, el homicidio en el lugar de trabajo se ha convertido en una de las principales causas de lesiones laborales mortales. Si bien, un suceso fatal es la forma más extrema de violencia en el lugar de trabajo, representa un número muy pequeño de incidentes reales de violencia en el lugar de trabajo. La mayoría de los incidentes que ocurren en el lugar de trabajo tienen resultados menos graves. Estos incidentes incluyen agresión, amenazas, intimidación, acoso y otros actos violentos y continúan ocurriendo a un ritmo alarmante. Se estima que 2 millones de trabajadores estadounidenses informan haber sido víctimas de violencia en el lugar de trabajo cada año y muchos más actos de violencia no se denuncian.