Platica de Hubert Matiúwàa sobre la educación, la lengua, la justicia y la paz en Malinaltepec, en marco de la clausura de fin de curso de la Escuela Primaria Federal Bilingüe (PyC),2024.
“Nuestra lengua nos ayuda a esclarecer el mundo, nos une, falta mucho por pedir por esta montaña, que se arreglen los conflictos que vive nuestro pueblo, expresar lo que nuestro corazón siente, por ejemplo la “justicia” ahora que tanto hace falta, justicia para nuestra montaña, justicia para nuestra lengua, justicia para nuestra gente, justicia para nuestro presidente Acasio Flores Guerrero, quien fue secuestrado, torturado y asesinado, un asesinato que no podemos dejar en el olvido porque de hacerlo dejamos que la impunidad llegue a nuestra casa.
Dicen los abuelos, que cuando una persona quiere construir su casa, primero tiene que magumánbaníí /emparejar la tierra de zanjas o bordes que pueden ser peligrosos y provocar caídas, se empareja para que la casa tenga una base firme y justa.
La misma palabra se emplea para referir a la acción de resolver un conflicto desde lo justo, arreglar un problema requiere de un emparejamiento de ambas partes, hacer cumplir los derechos es un acto de emparejar la vida, una labor tan necesaria en una región como La Montaña, donde está muy marcada la desigualdad social, la violencia y la violación de los derechos humanos son una constante.
Todos tenemos que emparejar nuestro corazón, debemos arreglar el conflicto de nuestro pueblo, para que no vivamos en la preocupación, para que se acaben los problemas, para que siga floreciendo el pensamiento y nuestros hijos crezcan en un lugar de paz, no peleemos entre nosotros, debemos cuidarnos y cuidar nuestro mundo, la montaña es nuestra casa al que hay que emparejar para sanar la violencia.”