Harish Morán, se define a si mismo como un buscador y eterno aprendiz de la vida. Comenzó a incursionar en la música desde muy joven. A los veinte años, junto a su banda de rock progresivo La Isla, ya había grabado un disco y firmado contrato con EMI, pero el destino le tenía preparado otro camino: ese año se puso a practicar yoga y conoció a Swami Ananda, un Maestro yogui. En ese momento la vida de Harish dió un giro completamente distinto, cuando decide irse a la India a vivir al Ashram de Swamiji, en Puri India, donde conoció a La Santa Madre de Dibyadham Yogashram y se hizo su discípulo. Tras recibir iniciación espiritual y su mantra, volcó su pasión por la música hacia los cantos sagrados y los kirtan , lo que se transformó en una nueva vocación para su vida. Después de 12 años de vida de monje en India, y luego de la partida de Su Maestra Espiritual, toma la decisión de volver a chile, a compartir su música y aprendizajes, con el círculo de practicantes de yoga en Santiago.